Presentation — Language as a Link: Contemporary Reflections on Inclusion, Culture and Interculturality in the Hispanic World

En esta edición de septiembre de 2024 de Glosas, nos encontramos ante un despliegue de reflexiones que, desde diversas ópticas académicas, exploran el papel del lenguaje como eje articulador de la realidad social y cultural en el ámbito hispanohablante.

Con una particular atención a las dinámicas de exclusión, las interacciones interculturales y la enseñanza del español, este número invita al lector a profundizar en la forma en que la lengua española no solo comunica, sino que también construye, moldea y redefine las fronteras de nuestra percepción del “otro” y de nosotros mismos.

El artículo de Rachele Fioritti, “Aporofobia: una perspectiva decolonial para su estudio lingüístico”, aborda un tema profundamente arraigado en la psique social: el rechazo hacia los pobres. Este fenómeno, que en España se manifiesta principalmente hacia inmigrantes y refugiados, y en Hispanoamérica hacia indígenas, afrodescendientes y migrantes, es examinado desde una lente lingüística decolonial. Fioritti nos invita a cuestionar las estrategias discursivas que perpetúan este rechazo en el habla cotidiana, los medios de comunicación y las redes sociales, proponiendo una subversión del imaginario aporofóbico. La lengua, plantea Fioritti, no es solo un vehículo para describir la realidad, sino un instrumento para transformarla, por lo que urge a la academia a ahondar en el estudio de la aporofobia desde una perspectiva lingüística y así contribuir a su erradicación en el ámbito hispano.

El ensayo de Eduardo España Palop, Lola López-Navas y Héctor Hernández Gassó, “Fomento de la interculturalidad entre estudiantes universitarios españoles y estadounidenses: resultados de un taller de intercambio cultural”, nos transporta a un espacio de aprendizaje donde la lengua y la cultura se entrelazan en un ejercicio de reflexión conjunta. A través de un taller intercultural, los estudiantes fueron capaces de explorar y sistematizar los aspectos que influyen en sus interacciones comunicativas y culturales, lo que derivó en la creación de una producción audiovisual que sintetizaba estas reflexiones. Este intercambio no solo mejoró su competencia intercultural, sino que subrayó la importancia de la cultura no formal en el proceso de enseñanza de lenguas extranjeras, realzando el papel del profesor como mediador cultural.

En un ámbito más teórico, Iván Sanchís Pedregosa, en su artículo “Canon literario y enseñanza de español como lengua extranjera”, nos invita a cuestionar las tensiones inherentes entre el uso del canon literario y su adecuación a las aulas de enseñanza de español como segunda lengua. En este análisis, el autor reflexiona sobre si la literatura debe ser un fin en sí mismo o un medio para enseñar la lengua, así como sobre las implicaciones de la competencia literaria del docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Apoyándose en el corpus literario del Observatorio de la lengua española de la Universidad de Harvard, Sanchís presenta un estudio que incita a la comunidad docente a replantearse las estrategias pedagógicas utilizadas en la enseñanza del español en contextos internacionales, abriendo el camino a un debate necesario en el ámbito académico.

No menos relevante es la reseña de Brandani sobre el libro Contraste de lenguas y sus ámbitos de aplicación, coordinado por Lucía Luque Nadal, Silvia Betti y Floriana Di Gesù. Este volumen, que forma parte de la Colección Abierta de la Universidad de Sevilla, explora cómo el contraste lingüístico entre diferentes lenguas permite revelar no solo diferencias estructurales, sino también los patrones culturales, cognitivos y sociales que caracterizan a cada comunidad lingüística. La reseña destaca la vitalidad de este campo de investigación y su relevancia tanto para la teoría lingüística como para la educación y el entendimiento intercultural, mostrando que el estudio de las lenguas a través de sus contrastes es un enfoque indispensable en la comprensión profunda de la comunicación humana.

La serie Homenajes de Gerardo Piña-Rosales establece un vibrante diálogo con algunas de las figuras más influyentes del arte, la literatura y el cine del siglo XIX y XX. Cada fotografía se erige no solo como una referencia visual a la obra de estos iconos, sino como un espacio de reinterpretación y reflexión que trasciende las barreras del tiempo. A través de su lente, Piña-Rosales evoca el legado de creadores como Edvard Munch, Francis Bacon, Giorgio de Chirico, y Marcel Duchamp, entre otros, al mismo tiempo que integra su propia visión y sensibilidad artística. Las imágenes de Piña-Rosales no son simples reproducciones ni meras alusiones estilísticas; son recreaciones intelectuales que se nutren de una comprensión profunda del contexto histórico y cultural de cada homenajeado. Así, el autor utiliza la fotografía no solo como un medio visual, sino como una herramienta crítica que articula nuevas lecturas sobre la estética, la filosofía y las emociones que subyacen en la obra de estos artistas.

Por ejemplo, en el Homenaje a Edvard Munch, Piña-Rosales capta la esencia del existencialismo angustioso del pintor noruego, en una composición que evoca las tensiones psicológicas del individuo moderno. La atmósfera creada en esta obra refleja el profundo malestar existencial que caracteriza a Munch, pero con una interpretación personal que lo ancla en la sensibilidad contemporánea.

Del mismo modo, el Homenaje a Francis Bacon destaca el tratamiento expresivo y brutal del cuerpo humano, característica central de Bacon, pero que aquí es reinterpretada por Piña-Rosales desde una perspectiva más introspectiva y metafísica. El manejo de la luz y las sombras en este tributo crea una sensación de dislocación y fragilidad que conecta con el legado de Bacon, pero al mismo tiempo lo recontextualiza en un marco más simbólico.

En su tributo a Giorgio de Chirico, Piña-Rosales juega con la idea de la ensoñación y el misterio, elementos omnipresentes en la obra del maestro italiano. A través de composiciones oníricas que desafían
las leyes convencionales del espacio y el tiempo, el fotógrafo invita al espectador a explorar los recovecos de la psique humana y las inquietudes filosóficas sobre la realidad y la ficción.

El eclecticismo en los referentes de Piña-Rosales —desde Lautrémont hasta William Burroughs— refleja su profunda conexión con el surrealismo y el dadaísmo, corrientes artísticas que subvierten las convenciones y nos retan a reimaginar los límites del arte y la vida. En su Homenaje a Marcel Duchamp, por ejemplo, Piña-Rosales rinde tributo al espíritu disruptivo del ready-made, utilizando la fotografía para cuestionar los conceptos de originalidad y autoría en el arte contemporáneo.

En su Homenaje a Hans Bellmer, Piña-Rosales evoca la distorsión obsesiva del cuerpo humano, una de las marcas fundamentales del surrealismo fotográfico del propio Bellmer. La fotografía de Piña-Rosales replantea la relación entre erotismo y repulsión, explorando cómo el cuerpo deformado y manipulado puede convertirse en un símbolo tanto de vulnerabilidad como de resistencia frente a las normas sociales.

Lautréamont, el autor de Los Cantos de Maldoror, se convierte en otro epicentro de este diálogo visual. Piña-Rosales logra captar la esencia de la obra del autor, donde la belleza y la monstruosidad coexisten en un espacio poético de confrontación con lo irracional. La fuerza visual del homenaje nos recuerda cómo las palabras de Lautréamont, cargadas de imágenes oscuras y violentas, son reinterpretadas a través de la textura y la forma en la fotografía.

Lewis Carroll, con su capacidad de crear mundos lúdicos y al mismo tiempo desconcertantes, recibe una interpretación en la que lo fantástico se cruza con lo inquietante. El homenaje de Piña-Rosales toma la lógica paradójica de Alicia en el País de las Maravillas y la plasma en una imagen que juega con la percepción del espectador, abriendo espacios de ambigüedad y desconcierto.

El tributo a Luis Buñuel, maestro del surrealismo cinematográfico, encuentra en la obra de Piña-Rosales un eco de las obsesiones del director español por lo subconsciente, el deseo reprimido y la crítica mordaz a la burguesía. La imagen homenaje se convierte en un espacio simbólico donde lo real y lo onírico se funden, creando una narrativa visual de provocación y sátira.

Tristan Tzara, figura clave del dadaísmo, es representado en un homenaje que capta el espíritu rebelde y anti-establishment de su obra. Piña-Rosales emplea elementos visuales fragmentarios que evocan la deconstrucción del lenguaje y el absurdo que Tzara promovió en su poesía, reflejando la subversión de las formas tradicionales de representación.

El Homenaje a William Burroughs cierra esta serie con un tributo a uno de los autores más influyentes de la generación Beat, conocido por sus narrativas experimentales y su exploración de la marginalidad. Piña-Rosales captura la crudeza y el caos característicos de la obra de Burroughs, donde las estructuras narrativas convencionales se desintegran, y los personajes habitan un mundo distópico lleno de violencia y contradicciones. En este retrato fotográfico, se percibe la influencia del cut-up, técnica literaria de Burroughs, donde la imagen parece fragmentada, revelando múltiples capas de significado y reflexión sobre el cuerpo, la adicción y la libertad.

Cada pieza de la serie Homenajes es, en última instancia, una conversación abierta entre el pasado y el presente, entre el legado de los grandes maestros y la mirada contemporánea de Piña-Rosales. Su obra nos desafía a reconsiderar las formas en que la historia del arte sigue influyendo en nuestro imaginario colectivo, al tiempo que reivindica la capacidad de la fotografía para convertirse en un medio filosófico y culturalmente significativo.

Así, las imágenes no solo rinden tributo, sino que nos permiten explorar las capas más profundas de los mitos, las ideologías y las emociones que han dado forma a la cultura visual del último siglo. Gerardo Piña-Rosales consigue que cada fotografía sea una meditación artística y existencial, donde los homenajes se transforman en espejos del presente.


Con estos trabajos, la edición de septiembre de 2024 reafirma el compromiso de Glosas con el estudio crítico y el diálogo interdisciplinario sobre la lengua española, la cultura y la educación en el mundo hispanohablante.

Ofrece un mosaico de análisis críticos que exploran la intersección entre lengua, cultura e identidad, invitando a los lectores a reflexionar sobre el poder transformador del lenguaje en un mundo cada vez más globalizado y diverso.

La diversidad de enfoques y temas refleja una visión amplia y dinámica, que invita a la reflexión y al debate sobre el papel del lenguaje en la construcción de identidades y realidades socioculturales. Con estas contribuciones, la revista consolida su posición como un foro de intercambio interdisciplinario, estimulando la investigación y el pensamiento crítico en torno a los desafíos y potencialidades del español en el escenario contemporáneo.

– Silvia Betti, Directora de Glosas

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